
El caso es que en las últimas semanas he tenido la suerte de poder realmente disfrutar con algunos eventos en los que he participado.
El primero fue la entrega de los premios de la Fundación Lola Soler Blánquez, creados en honor de una joven militante socialista, del movimiento laico y progresista, una ciudadana comprometida e idealista, una líder convencida de que empujando podemos cambiar el mundo.
La Fundación pretende reconocer cada año a quienes participan con Lola de esos valores que al fallecer se cristalizaron en ella. Sin duda ha sido un auténtico placer compartir los premios de este año, en su segunda edición, con gente como Fernando de la Riva, Rosa Regás, Marta Mata (a título póstumo, pero con quien también tuve la fortuna de coincidir y apreciar su compromiso con la educación y la juventud), la Asociación de Víctimas del 11M (da coraje ver que gente como Pilar Manjón, que su mal es haber sufrido la pérdida de su hijo tras ese salvaje atentado, ha de ir protegida de otros salvajes), y las Brigadas Internacionales (un ejemplo de solidaridad, ejemplo y vacuna para no olvidar la historia).
Gracias compañeros/as, gracias Lola por el Premio que nos hace exigirnos más y no bajar la guardia.
¿Otros eventos?, la Conferencia en Cuba, por ejemplo, aunque esta última más que para un post da para unas cuantas páginas, si lo consigo reunir opinaré sobre una de esas experiencias que te marcan y hacen cambiar de opinión.
El primero fue la entrega de los premios de la Fundación Lola Soler Blánquez, creados en honor de una joven militante socialista, del movimiento laico y progresista, una ciudadana comprometida e idealista, una líder convencida de que empujando podemos cambiar el mundo.
La Fundación pretende reconocer cada año a quienes participan con Lola de esos valores que al fallecer se cristalizaron en ella. Sin duda ha sido un auténtico placer compartir los premios de este año, en su segunda edición, con gente como Fernando de la Riva, Rosa Regás, Marta Mata (a título póstumo, pero con quien también tuve la fortuna de coincidir y apreciar su compromiso con la educación y la juventud), la Asociación de Víctimas del 11M (da coraje ver que gente como Pilar Manjón, que su mal es haber sufrido la pérdida de su hijo tras ese salvaje atentado, ha de ir protegida de otros salvajes), y las Brigadas Internacionales (un ejemplo de solidaridad, ejemplo y vacuna para no olvidar la historia).
Gracias compañeros/as, gracias Lola por el Premio que nos hace exigirnos más y no bajar la guardia.
¿Otros eventos?, la Conferencia en Cuba, por ejemplo, aunque esta última más que para un post da para unas cuantas páginas, si lo consigo reunir opinaré sobre una de esas experiencias que te marcan y hacen cambiar de opinión.
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