Es obvio, no, el título no se refiere a la yenca, aquello que bailaban mis padres cuando moceaban.
Tampoco descubro nada si afirmo que me gusta más la POLÍTICA que el baile, y que por tanto, y aunque no deje de salir, también me da por seguir los debates parlamentarios de máximo interés, ya sean del ámbito nacional o de mi Comunidad Autónoma.
Justamente las semanas pasadas se han celebrado dos de estos debates, por una parte el Debate de investidura del Presidente de la Junta de Extremadura y por otro el Debate de política general sobre el Estado de la Nación. No voy a entrar en consideraciones sobre quienes estuvieron mejor en cada uno de ellos, sería demasiado fácil en ambos casos, pero sí me apetece seguir desmintiendo a aquellos que afirman que no hay diferencias entre la izquierda y la derecha, que todos dice lo mismo y que bla, bla, bla.
Desde luego no es en los debates dónde mejor se ven las diferencias, sino en cómo y para qué se gobierna, pero también se escuchan afirmaciones que marcan las diferencias. En el caso del debate extremeño, la obsesión del ya ex-candidato popular está en el intervencionismo de la administración autonómica, es a tal punto liberal que se compromete con la ciudadanía a que si él hubiese sido Presidente, no crearía ni un solo puesto de trabajo en la región, esa no es tarea de un regidor, si no de las empresas. En el caso del Sr. Rajoy su liberalismo llega a confundirse con la pereza y el desprecio a la POLÍTICA, la de verdad, llegó a afirmar que si no hubiera habido gobierno las cosas habrían salido igual solas refiriéndose a la economía del país. En otras ocasiones le hemos escuchado afirmar que la mejor política de vivienda es la del todo urbanizable que ya practicó el PP, pero de la que ya sabemos que aunque se construya mucho esto no apareja menor precio, sí se provocó más especulación y destrucción ambiental.
En cualquier caso lo que más me llamó la atención fue la valoración que el líder popular hizo de las leyes sociales impulsadas por el Gobierno socialista, vino a decir algo así como que no estaban mal (aunque recurran la Ley de Igualdad) pero que no eran importantes. ¿Entonces qué tiene que hacer un gobierno que ni gobierna para no molestar ni impulsa progreso y bienestar social?
En el PP le llamarán intervencionismo o cosas sin valor a los derechos, a la Ley de Igualdad, a la Ley de atención a las personas dependientes, a más y mejores becas, a más y mejor empleo, a la subida del SMI, al Estatuto del trabajador autónomo, a la subida de las pensiones especialmente a las más bajas, a la normalización de inmigrantes y a su integración, a la alianza de civilizaciones, a la Ley del Suelo, etc, etc, etc, yo le llamaré un gobierno socialista.
Tampoco descubro nada si afirmo que me gusta más la POLÍTICA que el baile, y que por tanto, y aunque no deje de salir, también me da por seguir los debates parlamentarios de máximo interés, ya sean del ámbito nacional o de mi Comunidad Autónoma.
Justamente las semanas pasadas se han celebrado dos de estos debates, por una parte el Debate de investidura del Presidente de la Junta de Extremadura y por otro el Debate de política general sobre el Estado de la Nación. No voy a entrar en consideraciones sobre quienes estuvieron mejor en cada uno de ellos, sería demasiado fácil en ambos casos, pero sí me apetece seguir desmintiendo a aquellos que afirman que no hay diferencias entre la izquierda y la derecha, que todos dice lo mismo y que bla, bla, bla.
Desde luego no es en los debates dónde mejor se ven las diferencias, sino en cómo y para qué se gobierna, pero también se escuchan afirmaciones que marcan las diferencias. En el caso del debate extremeño, la obsesión del ya ex-candidato popular está en el intervencionismo de la administración autonómica, es a tal punto liberal que se compromete con la ciudadanía a que si él hubiese sido Presidente, no crearía ni un solo puesto de trabajo en la región, esa no es tarea de un regidor, si no de las empresas. En el caso del Sr. Rajoy su liberalismo llega a confundirse con la pereza y el desprecio a la POLÍTICA, la de verdad, llegó a afirmar que si no hubiera habido gobierno las cosas habrían salido igual solas refiriéndose a la economía del país. En otras ocasiones le hemos escuchado afirmar que la mejor política de vivienda es la del todo urbanizable que ya practicó el PP, pero de la que ya sabemos que aunque se construya mucho esto no apareja menor precio, sí se provocó más especulación y destrucción ambiental.
En cualquier caso lo que más me llamó la atención fue la valoración que el líder popular hizo de las leyes sociales impulsadas por el Gobierno socialista, vino a decir algo así como que no estaban mal (aunque recurran la Ley de Igualdad) pero que no eran importantes. ¿Entonces qué tiene que hacer un gobierno que ni gobierna para no molestar ni impulsa progreso y bienestar social?
En el PP le llamarán intervencionismo o cosas sin valor a los derechos, a la Ley de Igualdad, a la Ley de atención a las personas dependientes, a más y mejores becas, a más y mejor empleo, a la subida del SMI, al Estatuto del trabajador autónomo, a la subida de las pensiones especialmente a las más bajas, a la normalización de inmigrantes y a su integración, a la alianza de civilizaciones, a la Ley del Suelo, etc, etc, etc, yo le llamaré un gobierno socialista.
Dejo para otro día los nacionalismos.
Comentarios
Yo también he escrito alguna reflexión sobre este acontecimiento político en mi blog, y me gustaría invitarte a leerla. www.javiercallejon.blogspot.com
Un saludo.
JUANMI.-
Javier, aunque no te escriba de vez en cuando paso por tu espacio.
Jandro, tú conoces bien las diferencias, especialmente en lo local.