Nos comprometimos a no parar, a
insistir, a pelear y dar alternativas que dieran respuestas a los problemas de
la ciudadanía y esta es una nueva iniciativa para dar una oportunidad a
aquellos que siguen sin ver la salida de una crisis que no es suya, pero que
les golpea.
Hace
unos días vimos cómo un dirigente de la Patronal empresarial declaraba un
concurso de acreedores para sus empresas, que le permitirá reordenar el pago y
liberar algunas de sus deudas, y a la vez dejará en una difícil situación a
muchos trabajadores. Trabajadores y trabajadores que no tendrán esa opción.
Esta
es una proposición para dar una nueva oportunidad también a esas familias, para
que más allá de los rescates a las entidades financieras y a las empresas pensemos
que el rescate que debería priorizar a todos, que debería ser el objeto de los
primeros, el verdadero rescate, es el rescate a la ciudadanía.
Se
trata de arbitrar un procedimiento para que quienes se ven una situación de
sobreendeudamiento sobrevenida y no dolosa, puedan declararse en situación de
insolvencia y mediante un procedimiento de mediación desde los poderes
públicos, garanticemos que esa endeudamiento derivado en muchas ocasiones de
decisiones tomadas por otros, no condenen a las familias al embargo y pérdida
de sus bienes y les lleven a situaciones difícilmente de superar.
La
pérdida de ayudas para la dependencia, de becas, la disminución de los
salarios, el aumento de los impuestos indirectos, la pérdida de puestos de
trabajo y la desaparición de prestaciones, los repagos en los servicios
sanitarios y medicamentos… pueden convertirse en esos llamamientos involuntarios
al impago para muchas familias.
Como
sin duda sigue siéndolo la vivienda, hasta ahora, todas las medidas adoptadas
por el Ejecutivo, dado su impacto, pueden ser calificadas como un fracaso por
su indeterminación para garantizar un derecho y por su carácter excluyente.
Esta
es una nueva oportunidad, una oportunidad para las familias, para quienes más
pierden con la crisis, para evitar los desahucios de una vez por todas y la pérdida
de los bienes, una oportunidad para ellos y ellas y para dignificar la acción
política al servicio de la ciudadanía, la tarea de todos.
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