Me bautizaron, hice la comunión, dudé en la no confirmación, estudié durante diez años en un colegio católico y soy practicante de nada, excepto en las despedidas.
Vaya por delante mi total y absoluto respeto a quienes profesan el catolicismo, casi mi admiración, a fin de cuentas es una cuestión de fe. Sin duda también el total respeto a que un líder religioso pueda organizar actos, incluso mundiales, en cualquier país, máxime en uno en el que buena parte de la población se le declara seguidora.
Pero en lo que se refiere a las relaciones entre Estados, hasta ahí. Tenia entendido que España es un país aconfesional, por lo que no alcanzo a comprender el derroche de inversión publica y beneficios fiscales a la inversión privada por la celebración de una visita de cualquier dirigente de una confesión determinada. Tampoco que se paralice la capital de un país en días laborales. Pero lo que no respeto es que, entendiendo que además de un referente espiritual recibimos la visita de un Jefe de Estado, este se permita opinar y criticar asuntos de soberanía nacional y de la agenda política como si también fueran cuestiones de fe. Que la iglesia católica diga que la mayoría de españoles no apoyan leyes de reconocimiento de derechos aprobadas en el Parlamento, es una absoluta falta de respeto democrático, en términos diplomáticos, si esto ocurriera con otro país, estaríamos llamando a consulta a nuestro embajador.
Entiendo que el Jefe del Estado y el Presidente del Gobierno deben recibir esta visita, quizás también atender la invitación a participar en alguno de los eventos que se organizan, pero en las reuniones que se tuvieran, tal vez se podría aprovechar también para hablar de cosas como la revisión del concordato, la salida de las catequesis de la educación reglada o la selección de docentes en asuntos religiosos con los mismos criterios que el resto de docentes públicos.
Puestos a pedir hay cosas que estos días me preocupan por la relación profesional. La Santa Sede es uno de los Estados que no presenta sus informes de cumplimiento sobre la Convención de Derechos del Niño ante Naciones Unidas, cuando esto pasa, otros Estados firmantes del Tratado pueden denunciar ese incumplimiento, lo mismo de estas cosas podamos hablar algún día.
PD: Foto tomada en una calle en Sta.Cruz, antes de escribir desde El Alto de La Paz, a casi 4000m, por lo que puede haber afectado la falta de oxígeno, predisposición al perdón.
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