El del título parece evocar el nombre de una de las primeras telenovelas, aunque no recuerdo de qué iba ni cuántos cientos de capítulos emitieron, lo que sí me suena es que era una serie tipo Falcon Crest, o sea, sobre las miserias y romances de unos cuantos ricos. Pero precisamente no quiero referirme a esas miserias.
Durante la semana pasada he participado en un taller de fortalecimiento de los partidos políticos en la República Dominicana organizado por el PNUD y la AECID. Los/as jóvenes militantes de las organizaciones juveniles políticas de los distintos partidos han hecho un diagnóstico muy interesante sobre las virtudes y defectos de su funcionamiento y, a partir de ahí se comprometen a mejorar, formarse y a poner remedio a algunas prácticas políticas como el clientelismo, además le exigen a sus mayores espacio para poder trabajar. Han hecho un buen y sincero trabajo que tendrán que continuar, tienen más que ganas y disposición para hacerlo, entre todos adquirirán las capacidades.
En algunas ocasiones cuando pensamos en cooperación al desarrollo solo imaginamos iniciativas dirigidas a la lucha contra la pobreza, estas son imprescindibles, pero los proyectos de gobernanza democrática, participación ciudadana y desarrollo institucional, y el apoyo a los procesos de modernización de los partidos políticos son también una línea necesaria de cooperación.
Lo que no deben olvidar los/as jóvenes de estos partidos políticos es que de nada sirve ser más fuertes y más democráticos si eso no hace también más fuerte a la ciudadanía. Fue sorprendente durante la estancia en Santo Domingo ir a conocer el proyecto de la AECID en el barrio de Santa Bárbara, una zona con menos recursos en un entorno ya de por sí empobrecido. Este barrio está separado de la zona colonial y turística de la ciudad por un simple muro, es sorprendente que los que allí viven no lo hayan tirado y acepten quedar aislados. se sumaran los tres elementos, la cooperación, el compromiso político local y las ganas ciudadanas y el muro de Santa Bárbara caerá.
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