Estos días andamos como motos de las de 500c.c., en las últimas semanas se nos han acumulado reuniones y eventos, cada día sobre un tema distinto, es lo bueno de las áreas transversales que diría alguno, y lo que queda. Cada día sabemos más, cada día podemos más, tenemos las ideas, las propuestas y las posibilidades más claras e incluso lo pasamos mejor. Quizás si os contara la agenda de estas semanas entenderíais mejor el abandono de esta mi otra madeja, aunque quizás la culpa no es de la tarea sino del haber matado un par de portátiles.
Entre los sinsabores van apareciendo los resultados que compensan, a veces tienen nombres y apellidos. Hace poco pusimos en marcha un programa de microcréditos dentro de un ambicioso proyecto para que aquellas personas jóvenes que no tienen la suerte de que sus tutores, su nómina o su casa les avalen ante un banco que no les abrirá la puerta, también puedan soñar con sus proyectos emprendedores, esa palabra que tanto les gusta exigir a algunos que muchas veces no se autoaplican. Hemos podido acompañar a varios de estos soñadores, el primero en llegar fue Petrica, dice que no le importa que en España le llamemos Pedro, da igual cómo se llame siempre que se llame, el mérito es solo suyo, no sé si me gustó más verle disfrutar en la actividad para la que le contratamos con su traje y zapatos de cocodrilo, o en medio de la Plaza Mayor de Madrid con su cinta para que no se le enfríen las orejas mientras actúa tocando el cymbal.
Son las cosas que dan oxígeno, Petrica, la incorporación de los aspectos socieconómicos a las políticas de juventud con el Programa de Emancipación, las cartas de calidad conjuntas, el Programa Juventud más cercano a la movilidad juvenil, los y las jóvenes cooperantes, un observatorio no sólo para conocer también para recibir sensaciones y cambiar opiniones, el trabajo con la gente en lugar de de espaldas a ella y los órganos para el diálogo, la Convención Iberoamericana de Derechos de la Juventud, el Pacto Europeo, la red de Espacios de Creación, las estancias culturales,... los jóvenes del exterior y los jóvenes en el interior, muchas personas de las que aprender y a las que acompañar.
Sabéis que rara vez os hablo de esto en el blog, pues hoy ha tocado, tal vez no para mirar atrás si no para hacerlo hacia delante. Últimamente hay algunas cosas que repito por ahí y que aquí nunca cuento, tienen que ver con los retos a los que nos enfrentamos. Con frecuencia nuestros mayores repiten que la actual generación de jóvenes lo ha tenido todo hecho, que no ha habido grandes conquistas que hacer, a ellos, nos cuentan, les tocó conquistar la democracia y el bienestar, pero lo dejaron todo hecho. Más allá de pensar en más bienestar y mejor democracia creo que tenemos por delante importantes retos sociales que a cada uno desde donde estemos nos va a tocar protagonizar si queremos. Es posible que señalemos algunos en las oportunidades que nos dan las tics, y también en la brecha tecnológica generadora de desigualdades que pueden significar y que tenemos que evitar, o en la alianza de civilizaciones como mejor manera de enfrentarse al mundo pluricultural en el que con toda seguridad tendremos que convivir, no está demás tener presente entre estos retos el desarrollo sostenible y el compromiso efectivo por la preservación del medio ambiente. De cada uno de estos temas me pongo como deberes hacer propuestas, ¿y vosotros, creéis que está todo hecho?
Comentarios
Falta por tener una jefa que escriba más asiduamente en su blog...
Buen post jefa.
www.petricanae.com
muchas gracias