Hace algunos post hice mención a un viaje a Cuba con motivo de la celebración de la Conferencia de Ministros de Juventud de la OIJ y aventuré que algún día si podía resumir las impresiones que saqué de aquella visita lo escribiría en el blog.
Si lo tuviera que resumir en una palabra sería contrastes. Si lo pudiera resumir contraponiendo situaciones serían la de comprobar en el acto de graduación de los estudiantes el elevado nivel, la escolarización universal y la integración de las personas con discapacidad en el sistema, en contra de que cada brillante alumno/a terminara su intervención con la frase "Comandante ordene"; saber que no hay gente que muera de hambre como en otros países, antepuesto a que tengan que buscarse la vida con algo más porque con el racionamiento no llega; o el disfrutar de unas magníficas instalaciones en lo que antes era un club de ricos, antepuesto a un lugar de ocio que parecía de esos que en España tienen luces por fuera por las noches y ofrecen similares servicios. Grandiosos logros sociales y culturales, acompañados de graves problemas democráticos.
Pasado el tiempo no tenía intención de escribir nada sobre el viaje, ni del trabajo que allí hicimos, pero hoy he tenido la tentación de hacerlo, que no ha venido en forma de manzana desde la isla, sino por las declaraciones del expresidente del Gobierno Aznar de ayer en una conferencia en Georgetown (yooorstaum) para presentar un informe de las FAES sobre Latinoamérica. Se permite afirmar el Presidente Aznar desde Washington que la visita del Ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación del Gobierno español a Cuba además de ser una calamidad, ya sabe él las graves consecuencias que pueda tener para los disidentes..., sí como sabía lo de las armas, que luego ya sabía que no.
Pero no solo eso, la propuesta de Aznar es que hay que acelerar la transición ahora que Fidel Castro está enfermo, y eso lo tienen que hacer coordinadamente Europa y Estados Unidos. Vaya, no tengo ningún interés en conocer las conclusiones del informe de las FAES sobre Latinoamérica si resulta que las respuestas dicen que las decisiones de los países Latinoamericanos no le corresponden a estos países, ni siquiera a Latinoamérica, le corresponde a otros continentes, a Europa y supongo que para Aznar siempre y cuando lo ordene el todopoderoso Estados Unidos, ¡eso sí que es democracia!.
Mientras, y por seguir contraponiendo cosas, el Ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación fue a Cuba a trabajar para lograr derechos humanos, en lugar de a imponer políticas imperialistas. Y a mi me queda la satisfacción de haber ido para trabajar en la ciudadanía iberoamericana, apostar por un Plan de Cooperación e Integración de la Juventud, y avanzar en que la Convención Iberoamericana de Derechos de la Juventud firmada en Badajoz sea ratificada pronto y entre en vigor, garantizando un marco para la protección de Derechos de la gente joven en la región Iberoamericana, primero en el mundo y primero sobre derechos para esta zona del planeta.
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