Ir al contenido principal

Más allá de la abstención


Cuando uno se mueve en el escenario de lo menos malo, es posible que ninguna decisión sea la correcta. Es cuando argumentos, debate, explicación, valoración de pros y contras deberían ser más importantes. Y esto con seguridad no ha sido así, reflexiones mezcladas con procesos orgánicos de autoafirmación, con apelativos a bandos y otros enredos, han generado tal ruido alrededor que a cada intento de aportar algo de cordura ha seguido una retahila de descalificaciones perjuiciosas. Nada de lo acontecido ha sido satisfactorio.
Y ahora, tras regalarle a Rajoy un año de Gobierno en funciones con una mayoría absoluta simulada que ya no tenía, ha finalizado el bloqueo y arrancado la legislatura, ya no caben más excusas. Es el momento en el que hemos de demostrar el valor de las instituciones democráticas, de ser capaces de constuir una oposición realmente útil y determinante, desde y con la izquierda, sumando las mayorías necesarias, poniendo a prueba la alternativa real.
No estoy pidiendo titulares, ni pulsos para ver quién es el más listo ni más guapo. Viví en primera persona la amargura de la décima legislatura, esa que mayor retroceso ha supuesto en el reconocimiento de derechos civiles y sociales en nuestra memoria democrática. La barrera permanente para incluir siquiera una pequeña modificación en la convalidación de reales decretos ley innecesarios. La arrogancia en el control parlamentario, el dolor en la vida de mucha gente. Pongamos en valor que nada de esto tiene que repetirse. Y por favor, que nadie simplifique tanto como para decir que eso supondrá un adelanto electoral y las condiciones serían las mismas que unas terceras elecciones.
Habrá quién se empeñe en dedicar todos sus esfuerzos en mantener la fractura y la pelea orgánica para los procesos de reconstrucción y renovación que sí o sí hemos de afrontar, supongo que es legítimo, pero del Grupo Parlamentario Socialista y del PSOE espero más, exijo más.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Preguntas tontas

Sí, ya sé que han pasado un montón de cosas desde el 30 de agosto, y precisamente por eso, porque han sido muchas actividades y pensamientos dudo mucho que pueda ordenarlos, así que hoy, que por fin he encontrado un hueco y un poco de apetencia, vuelvo con las lluvias a la madeja tras un septiembre de secano. Iñaki tiene en su blog una sección que él llama "Conteste a la pregunta" que suele está repleta de absurdas e ingeniosas cuestiones y realmente interesantes respuestas, como no estoy a la altura de esas contestaciones tan clarificadoras prefiero compartir algunas dudas: ¿Por qué cuando el debate ciudadano vuelve a los social, a las cosas que de verdad preocupan al Gobierno y a la gente, a los derechos y a la igualdad (datos empleo, medidas vivienda, ayuda nacimientos, plazas guardería, salud bucodental infantil, éxito educación ciudadanía,...), nos enredan en otras cosas? ¿por qué caemos en esas redes interesadas en lugar de conseguir seguir hablando de lo útil y no lo

¡A tupa!

Un día muy triste y muy duro. El domingo estuvimos hablando, te dolía un poco la garganta y tenías falta de apetito, pero “habrá que obligarse un poco hija”. “¿Cómo llamas tú ahora?” era tu respuesta al descolgar el teléfono y decirte “¿abuela?”. Que ya ha cambiado todo, que lo que venga al día siguiente será distinto por mucho tiempo es algo de lo que vamos siendo conscientes poco a poco en este encierro, que de repente ya no estés apenas nos ha dado tiempo a hacernos a la idea. Supongo que es aquí donde uno viene a contarlo ante la ausencia de otras despidas, las personas no estamos preparadas para no tener duelo. El virus ya se había manifestado con más gente en el pueblo, el lunes empezó a costarle respirar, nos dijeron que se la llevaban al hospital, pero finalmente la trataron allí mismo. El martes por la noche nos avisaron de que no había más que hacer que prepararla y prepararnos, la mañana del miércoles fue eterna, llamar y llamar sin obtener respuesta. A las 14h sonó el

Mientras habla Montoro: Apuntes sobre la reforma fiscal

La Reforma Fiscal del PP consiste en quitar rentas y bienestar a la mayoría de ciudadanos, para dárselas a los que más tienen,  transfiere bienestar y renta de las clases medias y trabajadoras para dárselas a las rentas altas y a las grandes empresas. Quitárselo a los de abajo para dárselos a los de arriba. El Gobierno en su reforma fiscal introduce dos cambios normativos fundamentales. Bajar los impuestos especialmente a las rentas altas y bajar el impuesto de sociedades a las grandes compañías y corporaciones, olvidando a la mediana empresa y los autómonomos, un sector que sin embargo se considera determinante para la generación de empleo y la recuperación económica, a los que primero animamos a emprender y después olvidamos suprimiendo los recursos del Estado de Bienestar, aumentando como nunca los impuestos indirectos y perjudicando directamente en esta reforma, como a los alrededor de 79.500 autónomos en Extremadura. De la supuesta bajada de impuestos de la que pre